Me desnudan las hojas de tu silencio de Fátima Rocío Peralta García
Silencio, soledad, espera son los temas tratados de esta colección de poesías de la joven poetisa Fátima Rocío Peralta García: temas que se desatan y se recorren en un versificar quieto y armonioso, rítmicamente ligero como suave paso de danza.
El silencio se hace respiro melancólico del alma, línea del silencio/ heno/ que deja el viento… (Soledad), respiro seco y cortante como el viento que seca y agita.
El silencio denso de secretos e interrogantes (mariposa de otoño) se hace búsqueda del otro y de sí misma, porque sin el otro a sí misma no tiene límites, no se distingue, no se pierde.
Y como por asonancia, el corazón vuelve a cantar otros versos intensos de otra poetisa chilena, aquellos de la gran Gabriela Mistral en El amor que calla:
… yo soy como un estanque repleto/y te parezco una fuente inerte/ por eso mi silencio tormentoso/más atroz que entrar a la muerte…
En la poética de Fátima Rocío Peralta García, la mariposa con su vuelo frágil y delicado se vuelve el emblema de esta búsqueda-exploración de un mundo a otro, que aparece frío e indiferente como aquella de Gabriela mistral en Desolación:…la tierra a la que vine no tiene primavera tiene su noche/larga que como madre me esconde…
En nuestra poetisa el vuelo-búsqueda se refleja/entre los frutos de la tierra/al viento gélido/de una rama seca… (Mariposa de otoño)
La lírica Mariposa de otoño es la metáfora de la conciencia que sujeta su vuelo de sombra en el desconcierto de una lluvia de golondrinas de mar, de un aletear que no se revela, de un anhelo de luz del alma dispersa en la neblina de los pasos perdidos, es la metáfora de un vuelo-búsqueda que no da respuestas, un vuelo-sueño de esperanza que se ahoga y se esconde en la distancia del silencio/en el infinito cielo del invierno y aun… alondra/fábula del viento/ revolotea/ el sendero del silencio (Fábula del viento).
El tema del silencio se conjuga y se entrelaza con el tema de la soledad en tiempo suspendido en la espera donde deslizan nostalgias y recuerdos de un amor vestido de añoranza: … de rocío de verano/ me ha vestido tu amor/…rompe el llanto de la soledad/cabaña de recuerdos donde permanece el amor/…Soy península desierta que se pinta de primavera sobre la orilla de tus brazos… (Rocío de verano)
Los versos siempre mesurados y empapados de sufrimientos revelan un mundo de soledad no deseada, refugio que acoge pero no conforta, prisión dorada, cuna sin canto de madre, limbo crepuscular donde se es pez que busca el sol/ piedra que ondea el velero/ triste refugio… (Silvestre)
La soledad se convierte en cítara que recoge y vuelve a cantar el dolor de la ausencia, la nostalgia de un amor suspendido entre deseo y memoria, entre resignación y esperanza:…sus párpados tejieron nidos delicados en los árboles de otoño (Sus párpados) y aun el polvo de la noche/se irá con la piel/del silencio (Polvo)
La soledad se satura de espera: … a la sombra de los árboles silvestres te quiero esperar (Como hojas arrancadas que miran caer la lluvia)
La espera se hace esperanza y la mirada se alza más allá de los confines del ser y del existir en la búsqueda de una patria de elección al cual llamar hogar, a la búsqueda de espacios profundos más allá de las barreras del tiempo y de las estaciones, más allá del espacio-límite, donde se despliega el vuelo libre de las aves, donde el espíritu supera el extravío del tiempo (Limosnas de hojas secas) y busca un suelo eterno donde ahondar las frágiles raíces:… no llores en el fango/ azotado por el viento… Eternidad del tiempo/sobre toda lágrima/ pequeña raíz del alma (Eternidad).
Silencio, soledad, espera son el preludio del camino poético que se equilibra a la búsqueda de la patria del alma, una patria que cada uno lo lleva dentro, que espera revelarse, un arribo-descanso al cual se accede a través de un personalísimo luminoso trabajo de creación que sólo el poeta puede cumplir con un acto generoso de imaginación, porque el poeta no “canta” el mundo, el poeta crea el mundo: en “Arte poética”
Vincente Huidobro exhorta… Porque cantáis a la rosa, ¡Oh poetas! Hacedla florecer en la poesía, sólo para nosotros viven todas las cosas bajo el sol, el poeta es un pequeño creador…
Bologna 19 de abril de 2018 Clara Di Stefano